Las comunidades religiosas son oasis de
refrigerio, de consuelo, de pastos verdes, donde el Pastor apacienta el rebaño,
son fuentes donde mana el agua viva, Cristo; cuando Él es el centro. Porque
cuando no, se convierten en lugares secos, áridos, llenos de neurosis,
envidias, competencias, proselitismos, divisiones,…etc. ¿Qué sentido tiene en
ese contexto la vida religiosa?
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