En caso de violación o abuso sexual
Este es un tema importante, por la huella tan dolorosa que
deja una experiencia de este tipo, sobre todo cuando la intervención ha sido
por parte de una persona cercana, o un familiar, ya sea padre o hermanos.
Y
también, ya sea violación, abuso, o sólo intento, son experiencias que marcan
muy fuerte a la persona.

Después de una dolorosa
experiencia de violación o de abuso sexual, viene un desequilibrio en todo el
ser de la persona. Se pierde el sentido de
las cosas, incluso hasta el de la vida, pues es una experiencia muy
dolorosa el haber sido objeto de satisfacción bestial de otra. Pues es muy
diferente una relación sexual, que se da entre una pareja que se ama. Y cuando
no es así es horroroso que se le dé sentido de juego a algo tan íntimo y tan
sagrado, y peor cuando se trata de menores, quienes responden sin saber, dejándose llevar por los
adultos en quienes confían, o a quienes están sujetos, por débiles e
indefensos.
Surge entonces la
pregunta ¿qué sentido tiene la vida, o el vivir, después de haber sido,
utilizada y lastimada en todos los sentidos? Pues se pierde el sentido real de
las cosas, las personas, y para lo que sirven.
Bien pues su valor, y su sentido es muy profundo y rico, un
valor verdadero, no imaginado ni fantaseado, que sólo se encuentra de nuevo,
cuando ya se ha trabajado en esta dolorosa experiencia y se ha sanado.
CONTINUARÉ ESTE TEMA LA SIGUIENTE SEMANA
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