PRIMAVERA
La primavera se caracteriza por lo
general, como un tierno despertar a un paisaje sin igual, lleno de mariposas
que no cesan de volar y revolotear.
Aves de diversos colores, entonando todo
el día su gran repertorio de canciones.
Flores frescas con hermosos olores.los
árboles frondosos, alegres y gozosos que por el viento suave se dejan
acariciar.
El cielo en tono azul tenue, con algunas
nubes blancas.
Los prados llenos de verdor, con flores
a su alrededor.
Todo esto alimenta nuestro ser, nuestro
interior, pues es la presencia real de Cristo nuestro Señor.

Y
llega cuando llega el amor. Pues, es el que trae la esencia, el sabor y la
verdad que solo se representa en el paisaje primaveral; pero que se vive
intensamente en el interior de nuestra
humanidad.
La primavera
en nuestra alma, es la que nos muestra ese espíritu jovial, esa sonrisa en
nuestros labios, presente ante todo caminar, y ante las personas que nos
solemos encontrar.
Puede ser la estación que marque el
principio de nuestro avanzar,
En donde se funda nuestra esperanza y
fortaleza, para las demás estaciones que hemos de pasar.
Abrir los ojos y la sonrisa a la
primavera, es dejarse acariciar.
Es empezar a deleitarse de la belleza
que Dios quiso crear.
La primavera es una realidad, no es
fantasía. Existe realmente en la naturaleza y en el corazón de quien se deja
amar, y busca amar.
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