
Pero también existen ladrones.
Evangelio de San Juan 10,10. “El ladrón no viene sino a robar, matar y
destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”.
Y, ¿quién es el ladrón? Pues el diablo, Satán, el demonio; pero que se manifiesta
a través de los obstáculos que nos impiden llegar a Cristo. El demonio busca
arrebatarnos, perdernos y destruirnos antes que lleguemos a Cristo.
¿Por qué?- porque nos odia, nos envidia que seamos tan amados de Cristo,
y que podamos recibir tanta gracia y felicidad por parte de Dios.
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