Cuestión de equilibrio temperamental.
He observado
muchas veces que la persona extrovertida se la pasa hacia afuera, y cuando
juzga se arriesga mucho, aún sin tenerlo en cuenta, de no llegar a conocer el
fondo de las circunstancias, y quedarse en la superficialidad.
La persona
introvertida, tiende a ensimismarse, y a aislarse.
Lo mejor es
tender al equilibrio, buscar el centro, de tal manera que seamos extrovertidos
para relacionarnos, e introvertidos para reflexionar y meditar.
Y que optemos siempre por todo lo que
favorezca a nuestro desarrollo humano y afectivo.
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