¡Te necesito!
-“Necesito que me enseñes a caminar por la vida, que me enseñes el verdadero camino, que es sobre
rosas, y explícame que rosas con espinas, pero que no dejan de ser rosas.
Enséñame el por qué de muchas cosas. ¡Te necesito!”
-“Enséñame que la felicidad existe y que la puedo encontrar. En
cualquier parte, y que cada minuto y cada cosa que ocurra es digno de disfrutarse.”
-“Cada minuto que tú me dedicas o que tu permaneces conmigo me llena de
dicha y felicidad. Me hace sentir realizado, importante, pero demuéstramelo con
amor, paciencia, y pensando en mí. Yo se que a veces estas cansado o cansada,
pero, yo no te cansé, yo sólo te necesito, hoy. Tal vez mañana ya no te
necesite tanto como ahora, y te deje hacer lo que tú quieras con tu tiempo.
Para esto tu ya estarás satisfecha de todo lo bueno que habrás sembrado en mí.
Por eso no te pido mucho de tus 24 horas diarias, sólo quiero que me regales
una; en la que me entiendas, me escuches, me cuentes, o platiques algo, un
cuento, una anécdota o juegues conmigo, pero que sólo intervengamos tu y yo,
bueno, también mis hnos, pues también te necesitan.”
-“Y no de aquellas horas que tú tienes libres que dices dedicarme, en
las que sólo te sientas a ver tu novela, y si yo te pregunto algo en ese
momento, tú te enojas porque te causo molestia. Entonces, ¿a quién le estas
dedicando ese tiempo? no te estás dando cuenta
que estoy aprendiendo cosas negativas de eso que tú ves en la
televisión. Aparte de que no me dedicas tiempo, me sientas a ver programas no
propias de mi edad, que me roban, la imaginación y la creatividad, sí esos
canales televisivos, me insinúan y me invitan a conductas inadecuadas, y por
eso actúo así.”
-“No te has dado cuenta del daño que me estás haciendo. Muchas veces
regresas de tu trabajo diciendo que viniste a verme, y lo único que haces es
gritar y regañarme, y reprocharme que por mí trabajas. Y si yo quiero decirte
lo que siento, te ofendes y te alteras más, me golpeas, diciéndome: que para ti
sólo soy un gasto más, un problema más. Y yo sigo sin entender por qué me dices
todo esto, pero me lastima y me está creando heridas.”
-“Yo no te pido ropa fina, ni lujos, lo que tú me das es importante,
pero lo que más necesito, lo que para mí es indispensable, es el amor, el
cariño, y todo lo bueno que tú tienes en el interior. No entiendo cuando dices
que te preocupas por mí, y no siempre llegas temprano a verme. Esperas a que ya
esté dormido para acariciarme. ¿Por qué a estas horas, cuando no puedo verte,
ni tú ver mis actos? O ¿es que te desagradan? Ya que los escasos minutos que estás junto a mí, cuando estoy despierto,
y pudiendo disfrutar de tu presencia me dices que ya no me aguantas.”
-“¿Por qué eres egoísta conmigo o por qué me desprecias?-muchas veces,
por las noches me he enfermado, y en esos momentos quisiera que estuvieras
junto a mí, desearía sentir tus caricias. Sin embargo, tú, papá o mamá, se
encuentran dormidos, disfrutando de sus sueños. Yo no quiero arruinártelos,
sólo ando buscando despertar tus instintos, paternales y maternales, pero, aún
no lo consigo.”