sábado, 26 de noviembre de 2011


15.-Homosexualidad.


Hoy en día, este es un tema de mucha polémica, la ciencia parece que  aún no sabe a qué se debe este fenómeno. Entonces como no sabemos, no podemos, ni debemos condenar  a las personas homosexuales.
 Pero es un tema que tampoco podemos tomarlo tan a  la ligera, respondiendo con opiniones inmaduras y de poca conciencia humana,  con respecto a lo que este tipo de personas va pidiendo.
Lo que sí podemos y debemos hacer es vivir el Evangelio, los que somos cristianos. Amándolos y aceptándolos como nuestros hermanos, con misericordia y paciencia.
Muchas personas confundidas, suelen rechazarlos, por ignorancia, o por los actos inmorales que muchas veces cometen.
Por lo que creo que en nuestra Iglesia, es urgente que surja un grupo ya sea de religiosas o de sacerdotes, o laicos, que den respuesta con su apostolado a este signo de los tiempos, ya que es algo que se está dando a nivel mundial. Para que los ayuden a vivir a partir de su condición humana, una vida centrada, integrada dentro de lo posible, con ética y moral. De acuerdo a su dignidad de hijos de Dios.
Ellos también, como todas las personas, tienen una misión especial. ¿Cuál es? Eso es lo que juntos estamos invitados a descubrir. Y esto se logra con un dialogo, comunicación y estrecha relación, con Dios nuestro Señor, esto se alcanza atravez de la oración. Respecto a esto Santa Teresa De Ávila dice: “oración no es otra cosa sino tratar de amistad con quien sabemos nos ama”.
Sí, es en la oración donde este tipo de personas, puede descubrir su misión y vocación en la Iglesia  y en la sociedad.
Y no  atravez de protestas agresivas. Pues qué diferentes serían las cosas, si estas personas en lugar de andar de protesta en protesta, estuvieran postrados en oración, como Gandhi, quien luchó por lo que quería, sin hacer uso de la violencia.
Hay una enorme diferencia entre aceptar a estas personas y orar por ellas; a concederles todo lo que pidan. Pues el hecho de que no se acepte lo que piden, no es un rechazo a su persona. Sino que se trata de tener en cuenta que cuando una persona  cualquiera, no es madura, suele pedir cosas sin pensarlas, y al no recibirlas muchas veces se comportan como niños mal criados.
Y el que se les acepte, no significa olvidarnos de los demás. Somos personas dotadas de libertad, pero mi libertad termina donde empieza la del otro.
Es decir, hay muchas cosas en las que se necesita formar a estas personas, y ya formadas, iniciar atravez de la oración la búsqueda de la voluntad de Dios en sus vidas.
A estas personas no se les niega el amor, pero primero han de saber lo que significa el verdadero amor; y si tienen una pareja sentimental con quien tienen relaciones sexuales, lo importante es lo que les dice su conciencia, por supuesto previamente formada.
Dios no está en contra del amor, más bien bendice donde hay amor. Pero no confundamos, ni queramos llamar amor, a cualquiera de nuestros actos para justificarlos.
Este tipo de personas ha estado pidiendo la legalización de su matrimonio entre personas del mismo sexo. Creo que hay que analizar lo que significa matrimonio, y sus funciones. También están pidiendo  que se les permita la adopción de niños.
No se trata de decir sí, o no, tan a la ligera, sino de revisar nuestras convicciones humanas, pues muchas cosas están en juego, valores de familia, sociedad, integración y equilibrio emocional. Y los primeros que deben analizarlo, son ellos mismos, no pensando egoístamente sólo en su beneficio, sino también en el de los demás.
Ellos suelen mencionar, que cuidarían bien de los niños huérfanos y abandonados que otros maltratan. Pero, ¿se han  preguntado si estos niños los escogerían como padres? Y ¿estarían felices y orgullosos de tenerlos como padres?
A sí que una vez más creó que si queremos ayudarlos, qué mejor camino, y opción sino el de la oración. Sí, esa comunión con Dios para que juntos descubramos su misión.

lunes, 21 de noviembre de 2011


14.- Delgadez.


Actualmente mucha gente se preocupa por lucir un cuerpo delgado y esbelto. Sabemos que con una dieta balanceada y ejercicio lo podemos lograr.
Aún con esta respuesta, mucha gente sufre al no obtener resultado. Pero es que no saben que los buenos resultados son frutos de fortaleza y de voluntad, ejercitadas con disciplina.
Sí, para ser perseverante en el ejercicio, necesitamos planear y respetar un horario de ejercicio, mínimo o máximo dependiendo del tiempo que se disponga. Lo mejor es empezar con lo mínimo, pero firme y seguro. 10, 15 o 20 minutos de caminata, o trotar todos los días con un horario, favorece la voluntad.
Muchas personas piensan que para bajar de peso, siempre es necesaria una dieta especial, con productos especiales y de determinadas marcas, por lo que económicamente no siempre puede ser accesible. Yo pienso que una alimentación balanceada, y sostenida con el ejercicio de la voluntad da excelentes resultados.
Y, para esto a mí me ha ayudado mucho la frase de San Juan De La Cruz, “no a lo más sabroso, sino a los más desabrido”.  Me funcionó de la siguiente manera: _si en una cena ofrecen, tacos, ensalada y quesadillas, suponiendo que la ensalada no sea de mi agrado, sólo las quesadillas, sino estuviera ejercitada en la voluntad, tomaría 3, 4 o hasta 5 quesadillas, si procedo así, dejándome llevar sólo por lo que me gusta, no estaré favoreciendo ni mi salud, ni mi volumen.
Pero al tener siempre presente, la frase de San Juan, primero opto por lo que no me gusta, por lo que tomo mejor, un poco de ensalada, y uno o dos tacos, y de esta manera estoy consumiendo lo que mi organismo necesita, y si me quedo con hambre tomo otra vez lo que no me gusta por lo que me serviré de manera prudente. Prosiguiendo con esta técnica, después de un determinado tiempo, empecé a combinar, tomando siempre primero lo que no me gusta, y después con menos espacio consumir lo que si me gusta.
Pues pienso que para saciar el hambre, el estomago tiene un límite, y de esto nos podemos dar cuenta fácilmente, pero para saciar el gusto, es difícil, pues es insaciable. Influye mucho la cantidad y la calidad de lo que se consume. Siempre y cuando la calidad no sea medida sólo por el paladar, pues te quedarás pobre. Sino que hay que medir la calidad, por las convicciones internas, de comer lo que es sano y nutritivo para el cuerpo.
Ejemplos de  actitudes de personas sin ejercicio de voluntad: 1.-son personas que cuando les dan algo que no les gusta, comen poquito, hacen expresiones faciales de desprecio y descontento, anhelando recibir lo que sí les gusta para darse un atracón, pero después les remuerde la conciencia y empiezan desesperadamente a hacer caminatas, a ingerir mucha agua, etc.  En primer lugar  la tensión como han dicho los médicos, es enemiga de la salud. Porque el organismo lejos de soltar, se aprieta, se contrae, y pues así no se puede eliminar lo que se desea.
2.- hay otro tipo de personas que cuando no les gusta la comida, entonces se les ocurre hacer dieta, y no comen sólo ingieren lago muy ligerito, se retiran de la mesa y a las dos horas ya están llenas de ansiedad, andan picando de todo. Lo poquito que se limitaron a ingerir, bajo pretexto de que esta muy grasoso, ahora resulta que ya ingirieron lo triple en sus constantes picaditas. Y cuando hay algo que si les gusta, ni siquiera piensan en los demás, y luego desesperadas en pleno frio, andan poniéndose hielo en el abdomen, empiezan a cambiar sus alimentos por suplementos alimenticios, y lo peor de todo es que ni con esto bajan de peso, siguen igual.
También influye en nuestro organismo, nuestra disciplina del sueño.  Pues hay personas que comen mucho, duermen mucho, tanto en el día como en la noche, y luego se preguntan  acerca del porqué de su volumen.  El cuerpo responde a la educación que le damos.
A veces se vive con rigorismo, a base de dietas fuertes que dejan el rostro triste, con expresiones de frustración y amargura. Lo que no sucede con un buen ejercicio de voluntad.

Pues  la persona con dominio de sí, está tan serena, disfrutando de lo que no le gusta  y optando a veces por lo que si le gusta, come felizmente sin preocuparse si subirá o no, de peso. Porque ella elige qué comer, y cuándo darse sus gustitos, pues ella tiene el control, por lo que no fácil se  dejarse arrastrar. Y juntamente con la disciplina que lleva de ejercicios, la ayudan a sentirse y verse bien. Con un rostro siempre sonriente y satisfecho de lograr sus expectativas de la forma más sencilla y sana, a la vez que adquiere mucha ganancia en los demás ámbitos de su vida. Sabe que puede alcanzar más, pero está muy consciente que lo suyo no es una obsesión, sino una opción, una elección.

sábado, 19 de noviembre de 2011

13.-Madurez.


No es el cómo me traten los demás, lo que influye para ser más o menos madura. Sino que es mi actitud, y la postura  con la que respondo al trato de los demás, lo que define mi grado de madurez.
El  trato  que me den los demás es responsabilidad de ellos. La calidad de mi respuesta y reacción, esa es mi responsabilidad.
Pienso que para llegar a la madurez, primero hay que escalar un proceso, un camino y trayectoria, que conlleva diferentes tipos de experiencias, las cuales asumidas, aceptadas y bien orientadas nos servirán de guía.
Pero no queramos, o creamos tener madurez, cuando no se ha hecho el camino.
Pues la madurez, no es producto del pensamiento ni del intelecto, sino que es fruto de un estilo de vida ejercitado en convicciones y prácticas de una voluntad ejercitada.

domingo, 13 de noviembre de 2011

12.-Habilidades y capacidades.


Creo que todos podemos hacer mucho de lo que está a nuestro alcance, para lograr desarrollar nuestra habilidades y capacidades e irlas poniendo al servicio de los demás. Y esto es lo que hace que se potencien cada vez más, y así nos vamos  elevando.
Pero, nunca creamos que ya todo lo hemos hecho,  pues siempre existirán cosas que nos fallan, o nos falta en el hacer.

.11.-La ciencia del amar.


“Al  que le crece el amor le crece el dolor”. Decía alguien por ahí.
El que verdaderamente ama, se arriesga, sufre incomprensiones, se sacrifica, siempre está sirviendo, llora cuando se siente impotente.
La persona que ama, no se centra en sus propias necesidades, sin ser imprudente, se centra en las necesidades de los demás, en especial de quien más lo necesita. No tiene barreras, ni límites que la puedan frenar, pues se entrega sin cesar. Su gran recompensa es que sabe que ama, y ama porque primero ha sido inmensa y profundamente amada.
Lo contrario de la persona que no ama. Pues estas no buscan problemas, no se arriesgan, se centran en el cuidado de su salud corporal, en la comodidad, en su bienestar, no son capaces de sacrificar lo suyo por los demás. Y suelen apoyar, admirar y valorar a las personas que hacen lo mismo, o piensan igual que ellas. Se consideran inteligentes, por no permitir que las necesidades de los demás les quiten la tranquilidad.
El precio del verdadero amor es alto, y su recompensa, es eterna y divina.