miércoles, 28 de noviembre de 2012

"Pinceladas de armonía en la mujer"



16.-Mujeres bellas.

     
Mujeres bellas, mujeres divinas. ¿En realidad lo somos? O sólo lo dicen los borrachos al salir de la cantina.

La mujer se distingue por ser una persona bella por excelencia, pero de una belleza que es armonía; no es una belleza sólo física, no podemos decir que una persona es bella  sólo por sus rasgos físicos. Lo que en realidad fundamenta la belleza en la mujer, es la armonía interior, el equilibrio, y madurez también interior, que se  refleja en un rostro de paz y de serenidad.

Por eso es difícil encontrar un hombre perfecto, y ese sólo lo es Cristo, pero de entre las criaturas los buenos tipazos buscan una mujer, guapa, equilibrada, madura y bella desde lo interior, y como casi no hay optan por un camino más pleno y elevado.

Lo que pasa es que en la actualidad muchas mujeres nos estamos engañando, y queremos engañarlos también a ellos. Los que se dejan, tarde o temprano se dan cuenta, y de allí los fracasos, la infidelidad, la irresponsabilidad, etc.
No es que precisamente nosotras tengamos la culpa, pero tendríamos menos cargo de conciencia, si fuéramos más sinceras, y buscáramos trabajar nuestro equilibrio y madurez interior.
Pensamos que con la vanidad atraeremos al mejor galán y no siempre es así, al contrario a esto le huye, otras veces pensamos que es con la mejor vestimenta que los atraeremos, pero tampoco resulta, tal vez  atraigamos la mirada , hacia nuestra vestimenta, hacia nuestro cuerpo, pero no hacia nuestra persona, que es donde está nuestra esencia. Un buen maquillaje es importante para mantenernos arregladas, y no precisamente es porque se necesite o no,  sino que representa ese esfuerzo, por buscar dar siempre lo mejor de sí misma.
Mujeres, dejémonos  de rodeos y empecemos a ser tales,  que  las personas se enamoren, no de  algún detalle o accidente nuestro, sino de todo nuestro ser hermoseado, de nuestra transparencia y naturalidad, de nuestra sencillez y humildad. Seamos realmente bellas en todo nuestro ser, interno y externo.

domingo, 25 de noviembre de 2012

PINCELADAS DE ARMONÍA EN LA MUJER



15.-Siempre hay algo que puedes hacer.

    
Tú que eres mujer, desde hoy puedes empezar a no sólo ser mujer, sino una gran mujer. No para traerte a golpes a los hombres, tampoco para dejar que ellos te golpeen, sino que aprendas a llevar hasta delante tu papel. Porque todas nacimos para triunfar, ya sea como madre de familia, como  empleada, como profesionista, cocinera, afanadora, camarista, empleada de servicio domestico, etc. No importa el tipo de trabajo al que te dediques lo importante es que en el área donde te desenvuelvas, lo realices con excelencia, no con perfeccionismo, porque eso ya es una enfermedad. Porque tienes los dones para hacerlo.
No hay porque temer a los hombres, es cierto que tienen mucha fuerza, pero nosotras tenemos ingenio, lo que funciona mejor. Con los que si hay que tener precaución, son con los que están enfermos, psicológicamente.


El lograr ser una gran mujer, no es para retar al hombre, ni para hacerlo de menos, sino para realizar obras en beneficio de la humanidad; con toda nuestra capacidad y así complementarnos mutuamente. Sin renunciar a nuestras características físicas que nos identifican. Como: la ternura, la delicadeza, la amabilidad, cordialidad, etc

lunes, 19 de noviembre de 2012



Detrás de una experiencia.

 

Para entender a lo que me refiero es necesaria una experiencia profunda y para que esta se dé, se necesita  una disposición y apertura a toda posibilidad, sí, se trata de estar siempre abiertos, aún cuando no entendemos ni comprendemos.
 
Hablando un poco de mí; mi experiencia se llama Dios. Es atravez de ÉL que fui encontrando la libertad y como consecuencia mi encuentro con una profunda y verdadera felicidad. Aún me falta más por descubrir pues aún estoy de camino, pero estoy muy contenta y feliz.
 
A mí nadie me dijo: ya no hagas esto o lo otro; y aunque me lo hubieran dicho, no fue sino hasta que un día normal como todos, y sintiéndome esclava, y resignada a no tener solución, me empecé a encomendar a un hombre llamado Jesucristo, al cual no conocía, y la imagen que tenía ante mí, era de un cuerpo muerto, sin embargo me atreví a suplicarle con lagrimas, que me ayudará, que se apiadara de mí, esto lo hice por algún tiempo.
Sin habérmelo ni siquiera imaginado, de pronto un día, tuve un encuentro con él, que está vivo. Si, un hombre de tez morena, cabello largo, oscuro y ondulado, de ceja muy poblada y ojos bellos. Con una voz hermosísima y varonil, pronuncio mi nombre y en diminutivo, como me gusta escucharlo.

Este fue el acontecimiento que marcó mi vida, atravez del cual empecé un proceso de clarificación y conocimiento de la realidad, y de mi realidad. De lo que estaba viviendo y de lo que estaba llamada a vivir. 
Fue tal el impacto de dicha experiencia que ya no le encontraba sentido a lo que estaba acostumbrada y que se me hacía muchas veces de lo más normal. Desde esa experiencia, ya sólo me interesaba ese HOMBRE, con el que me había encontrado, seguirlo, y conocer y colaborar en su proyecto.


Me atrevo a hacer la siguiente comparación, que aunque es muy lejana a la realidad de esta experiencia creo, que atravez de ella se puede entender un poco más. _es como si conocieras de pronto a un gran magnate, un hombre muy rico y millonario; Ante el cual tu creías pasar desapercibida, de pronto te lo encuentras y te das cuenta que te tiene muy bien identificada, pero no te dice mucho, no te invita a trabajar, pero te deja su dirección para que lo busques si así lo deseas. Pues lo primero que haces es ir a buscarlo, visitarlo, pensando en que tal vez pudieran ser amigos, o te pudiera ofrecer trabajo, en fin.
 
Bien pues esto es lo que pasó conmigo. Jesús que me habla y me deja como su dirección encontrar un claustro. Desde ese momento planee todo para dejarlo todo e ir en su búsqueda, quería ver donde vive, qué hace, etc. Y al llegar a este lugar que él me había mencionado, me encuentro con un grupo de mujeres muy sencillas y muy felices, que viven con él y para él. Él no tiene grandes empresas, pues el mundo entero le pertenece.
 
Con esto no pretendo decir que todos se hagan monjes y monjas, sino que se dejen desafiar por la experiencia, y se lancen a conquistar la libertad y felicidad que ofrece este Hombre, llamado Jesucristo, que muchas veces podríamos pensar, que está muerto, pues murió crucificado, y que el que haya resucitado, pudiera ser producto de un pensamiento, fanático y poco ilustrado. Pero no es así, pues está vivo, y más presente en la realidad, de lo que pudiéramos imaginar, de no haberlo comprobado con la  experiencia que él me regaló,  no lo estaría afirmando con tanta seguridad.
 
Es aceptando el reto que él nos ofrece, que podemos, ir caminando de bien en mejor, soltando cadenas y ganando libertad, al mismo tiempo que logrando ser auténticos, y no sólo uno más de la masa, sino alguien diferente.

sábado, 17 de noviembre de 2012



  

Qué se espera del sexo.

  
Comprendo que existe en nosotros una necesidad interna de búsqueda constante de algo sabroso e interminable. Pero que al no tener la información adecuada, buscamos por donde no debemos.
 
¿Qué buscamos  con el sexo? Muchas veces detrás sólo se busca sacar o encontrar emociones, o pasiones desordenadas, o sólo se busca sentir algo rico que culmina en un orgasmo, y si no te deja satisfecho (a) lo repites, una y otra vez, y cada vez que lo intentes no vas a llegar sino a lo mismo. Que aburrido ¿no?

Sin embargo qué diferente se vive una relación sexual entre personas que se aman, cuando su amor los ha llevado a abrazar un compromiso atravez del matrimonio. Pues consciente o inconscientemente después de una relación sexual están preparados para una nueva experiencia que los va a plenificar más, los va unir más, y esto atravez de un nuevo miembro de la familia. Que al mismo tiempo los lleva a desarrollar una de las partes más hermosas del ser humano, como lo es la maternidad y la paternidad. Es decir se eleva  el sentido de la realización personal. Como padre o madre, buen o buena esposa o esposo, excelentes compañeros, amigos, y magníficos amantes, y el mejor fruto lo cosecharás en los hijos.
 
Es decir todo lo iniciado en una relación sexual fundamentada en el amor,  se abre a una nueva dimensión, fantástica y sorprendente.
  

Lo contrario sucede con el la búsqueda del sexo desordenado, pues detrás este, siempre queda la sensación de vaciedad, y ansiedad de querer más y más, hasta hacerte enfermo (a) sexual, con lo que no puedes experimentar satisfacción profunda que llene tu ser, ya que no es ese el camino de nuestra realización como personas con dignidad.

viernes, 16 de noviembre de 2012



El amor y la crisis del mundo.


En realidad el mundo está pasando por una  crisis de amor, estamos ansiosos de amar y de ser amados, todo el ambiente está en dicha situación, pero lejos de reconocer está enfermedad para darle el antídoto adecuado tratamos de evadirlo poniendo nuestros sentidos y nuestras energías en el materialismo y en los vicios que más nos esclavizan.

Alguien tiene que decir, ¡Basta ya! Se acabó esa vida vacía y sin sentido, ese odio y evasión de la soledad mal interpretada y vista muchas veces como una maldición, cuando en realidad es una gran oportunidad para encontrarnos con nosotros mismos, y con la grandeza de nuestro interior.

 Para darnos cuenta de lo maravillosos que somos, y que no vale la pena estar atentando y jugando con nuestro cuerpo, para no ensuciarlo. Y si ya está sucio pues proceder a limpiarlo para que permanezca transparente y así podamos sentir, el sabroso vaivén de las olas de las profundas aguas del verdadero amor, y también de la paz que se encuentra en nuestro interior.
  
Es así como podemos darnos cuenta, o caer en la cuenta que no estamos solos, y es más que nunca lo hemos estado, pues contamos con una magnífica compañía la cual no tengo palabras, para explicar lo inigualable que es. Sino que más bien la tendrías que experimentar. Para que puedas entender y así corregirme ante lo cortas que se quedan mis palabras ante una experiencia de encuentro contigo mismo.