domingo, 25 de marzo de 2012


.-La nueva ley.




-Mira nomás, a quién se le ocurre crear una ley con entrañas que saben a hiel.

-Es una ley dura, que produce amargura, al no poder demostrar el afecto y cariño, con  abrazo y caricias a las pequeñas criaturas.

-Esa es una ley de locura, que sólo crea más gente inmadura.

Me refiero a  la ley, que indica que queda prohibido que los sacerdotes o religiosas, acaricien, o se les vea acariciar a los niños. Supuestamente esta ley es para proteger a los niños de la pederastia.

En eso de protegerlos estoy de acuerdo, pero creo que los medios deberían ser un poco más estudiados, analizados, más humanos.

¿Por qué siempre buscamos los extremos?

Muchos de los males de esta cultura son por los extremos. Sí, por demasiada rigurosidad o cerrazón, o por demasiada permisividad.

El centro del cosmos, es Dios, y siempre que busquemos acercarnos y permanecer cerca del centro, nos va a ir bien. Porque allí está el equilibrio y la integración. Ciertamente, no lo vamos a lograr en plenitud en esta vida, pero no es lo mismo que yo vaya a una ciudad y ande sólo por el periférico, a mantenerme en el área del centro, y no es precisamente que del kiosco no me mueva, pero sí alrededor de él, o a unas cuadras de él.

Precisamente muchos de nuestros errores y fracasos provienen de los extremos y excesos. Porque sólo en el centro se encuentra la verdad, la esencia, la identidad, la dignidad, la VIDA. Y, es sólo desde el centro, de donde se puede partir para lograr las mejores estrategias que promuevan los derechos humanos, los protejan y los cuiden.

Porque para buscar normas y leyes, es necesario usar la cabeza y el corazón, la fe y la razón, y mucha humildad para reconocer que tenemos debilidades, que podemos errar y fracasar, pero que también necesitamos escuchar a los demás.

Juntos en solidaridad, en unidad y fraternidad es cómo podemos encontrar los mejores medios que beneficien a la sociedad,  acrecienten el valor de cada persona y el amor a la humanidad.

 

lunes, 19 de marzo de 2012


Los líderes del futuro.




Los líderes del futuro se forman hoy.

Sí, los futuros líderes políticos, empresariales, religiosos, etc. que darán con la gracia de Dios, un empuje al mundo hacia mejores y más humanas condiciones de vida, y que serán capaces de enfrentar los retos en los que saldremos ganando. Para que sean tales, necesitan:

1.-La oportunidad de ser concebidos con amor, permitirles nacer en un ambiente sano, y este es el de la familia.

2.-Nesecitan aprender a vivir con  valores, no conocerlos y aprendérselos  de memoria, sino que sean estos sus mejores alimentos. De tal manera que los  posean como actitud de vida.

3.-Necesitan ser valorados, y que se les enseñe a valorar la grandeza de la dignidad humana.

4.-que sepan que el mundo no son ellos, no soy yo, somos todos.

-que encuentren su satisfacción en la renuncia de sí mismos, para el beneficio de los demás, en el servicio, la solidaridad, el respeto, la búsqueda constante  del bien común, el agradecimiento, etc.

De tal manera, que entre los requisitos laborales del futuro, a la par, si no es por encima de los conocimientos intelectuales estén los valores humanos. Y que el que más valores humanos tenga sea el más garantizado para obtener empleo.

De tal manera que todos nos veamos forzados a conocerlos y a vivirlos.

Así como hoy, el que aspira a tener un buen empleo se preocupa por estudiar mucho, de  igual manera nos iremos preocupando por adquirir valores.

Pero estos grandes líderes se preparan y educan, hoy. Y esa es nuestra labor y nuestra responsabilidad. Darles las armas con las que han de enfrentar los desafíos del mundo.

Estos tipazos y tipazas, se han de nutrir y fortalecer en la oración, en donde recibirán todo lo que necesitan para llevar a cabo la misión que les corresponde.

Sí, es su relación con Dios, lo que les dará la clave del éxito.

En estos líderes a la altura de su carrera y de su profesión estarán su integración humana y espiritual. En verdad serán causa de admiración.

Estos líderes serán los promotores y practicantes del Amor. Ellos serán enviados de Dios, y darán gloria a su nombre.

Estos líderes no serán extraterrestres, sino muy humanos; pero andan buscando donde nacer y el ambiente idóneo para crecer, tú ¿quieres colaborar?, ¿eso que buscan, se los puedes ofrecer?

Todos somos responsables de la formación adecuada, todos estamos llamados a colaborar hoy, desde lo que nos corresponde, para preparar a estos futuros líderes.

Dios tiene un hermoso sueño para cada ser humano, colaboremos con Él, sólo así podremos mejorar nuestra sociedad.

 Unidos a Cristo es cómo nuestros mejores pasos podemos dar. Es así como podremos disfrutar de la belleza y de la libertad, alejándonos de la superficialidad. Y con pasos firmes y seguros desde la esencia de nuestra verdad, es decir, con humildad, unidos en hermandad, amando y dejándonos amar.

Esto suena a utopía, a algo irreal, ciertamente tal vez no se pueda dar en su totalidad, pero podemos poner los cimientos, y con confianza y esperanza, hoy podremos levantar los muros que aparten la cultura de muerte, y así nuestros hijos crezcan sanos y seguros.

Hoy podemos colaborar con una sana educación, sanación e integración de nuestros hijos humana y espiritual, los mejores líderes del futuro.

Los líderes del futuro no precisamente han de salir de la universidad más cara o más lujosa, sino del mejor hogar.

Pues serán aquellos que amen y se dejen amar.


domingo, 18 de marzo de 2012


.-Cuando fallan los cimientos.




Cuando fallamos en nuestra vocación como vida consagrada, muchas veces es porque se nos olvida que Dios es el actor, el principal protagonista, nosotros sus ayudantes, y porque se nos olvida que en el prójimo atendemos a Dios.

Fallamos porque confiamos en nuestras fuerzas, y no en la obra de Dios; de ahí derivan nuestras múltiples caídas humanas que lejos de ayudar muchas veces dañan.

Parece que hemos dejado de ver a Dios en el prójimo y necesitado y hemos empezado a ver en él a un enemigo del que hay que cuidarse, guardarse y defenderse. Tampoco se trata de ser imprudentes, en relación a la cultura de muerte que existe hoy, más bien hablo de la calidad de nuestro apostolado.

El mundo tiene sed de Dios.

Creo que nos ayudaría mucho leer la obra de Víctor  Hugo, “los miserables”, para aprender algo de ahí.

Es que si supiéramos aunque sea un poquito, lo que significa: fe, confianza, esperanza, amor misericordia, compasión, perdón…

Si al menos reflexionáramos un poquito más acerca de la frase: “misericordia quiero, y no sacrificios, conocimiento de Dios más que holocaustos”.

Pero esto sólo lo ha experimentado, quien se sabe pecador y miserable. Sólo quien ha sido el hijo pródigo ha experimentado a su regreso  el recibimiento del Padre, y la fiesta que le ha organizado.

Pero aquel que se siente justo, fiel e impecable, toma la actitud del hno. Del hijo pródigo.

Y me pregunto -¿Cuántas veces hemos visto llorar a alguna persona? Y ¿cuántas veces nos hemos permitido oír el clamor y el gemir de un alma?

Ciertamente como vida religiosa y consagrada, muchas veces estamos dispersos. Porque hemos dejado entrar a nuestra vida muchos distractores, muchos medios, que al no tener disciplinada nuestra voluntad nos dejamos llevar por lo novedoso, y nos vamos poco a poco alejando de lo esencial, de la médula de nuestra vocación.

Y, no es que sean malos estos medios, pero es necesaria una purgación de los apetitos, para saber hacer uso de ellos con libertad, de tal manera que no pierdan su función de medios, y nosotras nuestra visión, del fin, de lo que es nuestra esencia; con los pies firmes y descalzos en ello.

Sé que muchas veces es difícil, pero Dios cuando llama y envía, es porque ya ha dado la gracia. Gracia que a nosotros nos corresponde secundar, y si no, eso ya queda bajo nuestra responsabilidad.

Entre los medios que hemos dejado entrar está la tecnología, los medios de comunicación, la ciencia, que es muy buena, pues antes no se tenía la oportunidad para preparase muy bien. Pero tal parece que en muchos casos, mientras más elevado sea lo que estudiamos, más nos olvidamos del prójimo. Cuando los estudios deberían llevarnos a una mejor calidad de vida y a una mejor relación con Dios y con el prójimo.

La tecnología debe servirnos para un mejor y más eficaz servicio a los demás.

Los medios de comunicación deben motivarnos, al tener un mayor conocimiento de la realidad del mundo. Pero sólo Cristo es esencial; así que todo el uso de estos medios debe estar encausado a Cristo y a la salvación de las almas.


domingo, 11 de marzo de 2012


El rostro de Dios.




Este tema va para los que estamos consagrados.

¿Qué rostro de Dios conocemos?,  ¿cuál hemos experimentado? Porque ese es el que estamos transmitiendo.

Porque muchas veces con nuestras conductas, actos y actitudes estamos dando testimonio de un Dios castigador, recto y estructurado, perfeccionista, que no tolera el error o las caídas. Y si las tolera, no hasta 70 veces siete, sino a la tercera, y se le acaba su paciencia y su misericordia. Un Dios de duro corazón, incapaz de doblegarse a escuchar al más pobre, y más pecador.

Pues el rostro que Cristo nos vino a revelar de su Padre, es un Dios de rostro tierno, compasivo, e infinitamente misericordioso. Lento para enojarse y generoso para perdonar. Es el Padre del hijo pródigo, que en ningún momento le reprocha sus actos y actitudes, simplemente lo abraza, lo llena de besos y le organiza una fiesta.

Nuestro testimonio, habla de nuestra experiencia.

Porque a la persona no se le valora por sus actos o actitudes, sino por lo que ella es en sí. Porque tiene una hermosa dignidad, porque tiene sentimientos, tiene corazón, porque tiene derecho al amor.


jueves, 8 de marzo de 2012

DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER


“Hablo de la mujer.”


Al hablar de la mujer
Doy gracias a Dios mil veces.
Por aquella que me dio el ser,
Y otras mil le doy gracias,
Por haberme hecho como ella,
Por haberme hecho mujer.

Doy gracias por la gran mujer,
Aquella que triunfa y se sabe enternecer.
También por aquella
 que aunque no sabe leer,
 por sí misma se sabe valer.

Doy gracias por aquella,
Que sabe confiar y sabe crecer,
Por aquella que enfrenta los retos
Antes de echarse a correr.

También por aquella
Que quiere crecer
Y se impulsa hasta verse
Engrandecer.

Doy gracias a Dios,
Por aquella que se conoce
Y se deja conocer,
A pesar de su timidez.

También por aquella
Que sabe agradecer.

No hay mejor regalo
Que del cielo pueda caer,
Que el ver nacer cada día
A una tierna mujer.

¡Gracias Dios mío!
Por mi maravilloso ser,
¡Gracias! por haberme  hecho
Una bella y delicada mujer.