domingo, 26 de enero de 2014

"Navegando por el sentido de la vida 3" (Continuación).



=Creer en el Hijo=


“Aquel que cree en el Hijo posee vida eterna, pero el que desconoce al Hijo no verá la vida”.
¿Qué es la vida? Aquel que cree en el Hijo la posee, para creer en el Hijo, pienso que hay que conocerlo y esto es a través de su Iglesia, su doctrina, su testamento rico en tesoro que nos dejó a través de su Evangelio.
“Ámense los unos a los otros”
“Ama a tu prójimo como a ti mismo”
“Ámense como yo los he amado”
Jesús es el amante apasionado, porque toda su doctrina se basa en el amor, en amar y servir.

Entonces creo que conocer a Jesús es conocer el amor, y esto es ser consciente de lo que se ha recibido, por lo tanto comprender la necesidad de compartirlo.

 Esto es vida, amar y dejarse amar, esto es fortaleza, esto es ánimo, estímulo y motivación para vivir. El amor es el corazón de la vida, es lo que latiendo nos da el sentido del existir.

A través de nuestra experiencia física nos damos cuenta que a veces padecemos algunas enfermedades, leves o graves molestas o muy dolorosas, pero mientras el corazón este sano y latiendo, sabemos que hay mucha esperanza de vivir; y que el que da la última palabra para vivir es el corazón.

Pues bien el amor es el que da verdadero sentido a nuestro cuerpo y alma para vivir. Porque ya sabemos que a veces hay vida física y biológica, pero sin amor somos unos muertos andantes.

sábado, 18 de enero de 2014

CONT. DE "NAVEGANDO POR EL SENTIDO DE LA VIDA"



=Primer paso: creer=


El primer paso es creer, _”Y así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así ha de ser levantado el Hijo del Hombre para que todo el que crea en él tenga vida eterna.  Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su hijo único, para que todo el que crea, no perezca, sino que tenga vida eterna”. (Evan. San Juan, 3,14 y 15.)
Este es el primer paso, creer. Sí, creer que de Dios venimos y a Él vamos, que Él nos envío a su hijo único, que se hizo hombre como nosotros, para comprender a fondo nuestra condición, dolencias y fragilidad.
Creyendo en este hijo suyo, Jesús, por medio de él alcanzamos la vida eterna.
Es decir alcanzamos la vida pero no por un momento, y mientras no haya dificultades, sino para siempre, y a pesar de los momentos difíciles que puedan  surgir.
Creer, que “Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se arrepienta y viva” (como dice la Biblia). Y tanto pone Dios su énfasis en la salvación del pecador, _que somos todos, que a demás que nos mandó a su hijo único, quien nos dejo el testamento del amor, día a día sigue suscitando santos, para recordárnoslo a través de la experiencia de encuentro que tuvieron con él, compartiéndola con los demás  atravez de la fe, esperanza y caridad.
Cuando creemos en Jesús, por más fuerte que sea la tormenta, no perecemos, aunque a veces pareciera que ya estamos perdidos y que sólo nos sostiene un hilito. Pues ese hilito es y lo fortalece Dios. ¡Ánimo y confianza!
Es que como humanos, no somos perfectos, somos débiles y vulnerables y en diferentes manifestaciones, pero no todos somos consientes.

domingo, 12 de enero de 2014

ANTE EL DESEO DE SUICIDIO...



Dios rescata la vida=


Independientemente de los motivos, creo que lo central es esto: que existen circunstancias unas justificables y otras no que nos llevan a despreciar  a la vida, como me sucedió. Yo no la conocía, por lo tanto no tenía valor. Y es atravez de un ser superior  llamado Dios, que empiezo a conocerla, valorarla y por lo tanto a amarla.
La razón por la que fallaron mis intentos  de suicidio, es porque Dios no quiso mi muerte, sino mi vida; y es gracias a esta experiencia que puedo estar  hoy, detrás de un  escritorio, contándote esta maravillosa historia de salvación.
Y con esto quiero contribuir a que todo el que haya perdido la ilusión, y que no encuentra sentido a la vida, luche.
 Porque la mejor opción esta delante de él o de ella. Y esta sólo la presenta Dios atravez del  amor.
Por eso voy a repetir la voz con la que Dios me salvó, para gritárselas desde el fondo de mi corazón, a todos a aquellos que están a punto de quitarse la vida. Porque sé que el estilo de vida al que Dios me trajo y sigo voluntariamente, es de mucha trascendencia.
 Así que toda esta obra y mí vida entregada a la oración, va a llegar a muchos que con la gracia de Dios alcanzarán la salvación, recuperarán el sentido y la ilusión.
Por ellos, por todos los que ahora están en un momento de desesperación, no están solos, cuenten con mi oración. 
Y todo sea para gloria de Dios nuestro Señor.