sábado, 26 de octubre de 2013



  
Bien hnas. Mías   tenemos mucho de qué  hablar y charlar, no sólo de maquillaje, de estética, y salud corporal.
Ahora que se habla mucho del calentamiento global, y de las medidas que deberíamos tomar para evitar su constante deterioro, creo que antes de continuar pensando en cómo reconstruir el planeta, pensemos en cómo reconstruir a la humanidad, y  así estaremos construyendo el mundo.

Cabe mencionar aquí las sig. Frases para reflexionar, del libro del Eclesiástico.
“Quien se punza los ojos, se saca las lagrimas, y quien se  punza el corazón descubre sus sentimientos. (22, 22).
“Se fiel a tu amigo en la pobreza, para que goces de sus bienes en la prosperidad. (22, 26).
“en tiempos de aflicción permanece a su lado, para que en su ventura tengas parte con él. (22, 27).

                                           “Oración para guardarse del mal.”

¡Quien pusiera una guardia para mi boca, y un sello de prudencia en mis labios! Para no caer de pronto por su causa y que mi lengua  no me pierda.
Señor, Padre y soberano de toda mi vida, no me abandones al designio de mis labios, ni permitas que yo caiga por ellos.
¡Quien pusiera castigo a mis pensamientos, y sabia disciplina a mi corazón, que no me perdonasen mis errores ni pasasen por alto mis pecados. Para que mis faltas no se multipliquen, ni mis pecados crezcan hasta quebrantarme y caiga yo, delante de mis adversarios, y mis enemigos se burlen de mí.

Señor Padre y Dios de mi vida, no permitas altivez a mis ojos sino aparta para siempre a tu siervo de todo anhelo de grandeza. Líbrame de esperanzas vanas y de concupiscencias, y tenme a tu servicio como perpetuo voluntario.
No se apoderen de mí glotonería, ni lujuria, ni me entregues, a mí que soy tu siervo, a vicios vergonzosos. (Del libro del eclesiástico 22,31-23,1-6).

domingo, 20 de octubre de 2013



                MUJER
   Mujer bella tenías que ser
    Con esos dotes  que adornan
    Constante tu ser.
 
    Con ese espíritu listo para trascender,
    Con esa capacidades y gracias para crecer.
    Con esa ternura y delicadeza para recorrer
    Los caminos que Dios te quiera poner.

    Mujer eres dulce como la miel, aunque
    A veces difícil de creer, pero también eres
    Fuerte como el  peñuel.

    Mujer, fuimos creadas con calidad,
    Fuimos hechas con majestuosidad,
    Pero no hay nada que nos traiga mayor
    Felicidad, que ser mujeres llenas de
    Autenticidad, y pertenecientes a una grandiosa 
    Comunidad, bajo el seno de la Santísima
    Trinidad.

sábado, 12 de octubre de 2013

EN HONOR DE TODAS LAS "VEINTICINCOAÑERAS"



“Ofrezco 25 años”.


Te ofrezco Señor
 las gracias que a través
 de estos 25 años de ti he recibido, 
y ahora que ya los he cumplido


en tus manos pongo Padre mío, 
los años que me faltan por vivir.
Que sean para  a ti amarte más 
y a mis hermanas con alegría servir.
Padre en tus manos está mí vivir,
Guíame siempre en el porvenir.

Con amor me uno a tus divinos anhelos 
para dar fruto en este santo Monte Carmelo.

sábado, 5 de octubre de 2013



Un niño es una bendición.

Cuando nace un niño, es como un rayo de luz que Dios envía a la tierra. Dios lo prepara antes de enviarlo,
con mucha ternura, para que cuando este llegue a la tierra, como buen mensajero, muchas cosas podrá lograr y que con estas puedan a Dios glorificar; como unir a la familia, el perdón se hace presente, pero sobretodo despierta la alegría, el gozo, y el amor, porque en él está Dios que se hace pequeño para alcanzarnos.
Ahora más que nunca recuerdo a mis niños, ellos siempre han ocupado mi corazón, bueno en realidad no eran míos, sólo eran mis alumnos, y estoy consciente que para ellos, sólo fui su maestra, ya que ellos a quien en verdad pertenecen es a sus padres. Pienso que es necesario sentirlos nuestros, como maestras, para educarlos bien, entregarnos a ellos sin condición, amarlos con todo el corazón y nunca negarles nuestra atención. Pienso que en ningún momento hemos querido, ni yo ni las maestras, arrancárselos a sus padres, más bien es necesario sentirlos nuestros, para ganarnos su confianza, para que ellos se dispongan a recibir todos los tesoros que llevamos en nuestro corazón, que se traduce en ternura, amor, alegría, serenidad, y mucho más, de lo que a veces ni nosotras mismas nos podemos imaginar.
Cuando viene a mi mente el recuerdo de estos niños, los recuerdo completitos y a todos juntos y revive en mí el amor que siempre he sentido por ellos; aunque ya han crecido, en mi corazón permanece grabada su imagen cual enorme guía de rosas.