domingo, 29 de diciembre de 2013



“Analizando”.

Analizando este año 
que se ha terminado,
 cuenta me he dado
 de lo mucho que he pecado,
De lo mal que me he portado, 
de lo poco que he perdonado, 
y de las veces que he dejado 
a mi Cristo crucificado.

También tengo presente 
que en muchas cosas he fracasado, 
y que muchas veces de dar gracias
 me he olvidado.
Pero no está todo culminado,
Pues con vida he quedado.

Por eso quiero iniciar 
dándole gracias a Dios, ´
por las bendiciones 
que sobre mí ha derramado, 
porque ante el dolor, 
a mi lado siempre ha estado.

Ante la desesperación 
en sus brazos me llevo cargado.
 Y por todo lo que recibí 
de sus manos en este año
 que atrás ha quedado.
También agradezco a mi familia 
y a amigos que siempre me han apoyado.

Hoy quiero proclamar a Dios, 
y sí lo he crucificado, 
Él ya se encuentra Resucitado.
Me propondré estar más atenta a escucharlo,
 a profundamente amarlo 
y con él a mis hermanos.

Hoy lo malo ha quedado atrás,
Lo bueno siempre resplandecerá, 
y estaré más atenta 
a las oportunidades que me llegarán.
Sobre todo de las que me llenen de paz, 
dicha y serenidad; 
son las que manan del Dios de verdad, 
del Dios Uno y Trino.

¡Unamos nuestras voces y proclamemos!, 
¡Bendita sea la Santísima Trinidad!
Y démosle gracias por esta oportunidad, 
y por toda la felicidad que está a punto
 de hacernos llegar.

sábado, 21 de diciembre de 2013



  =Momentos críticos.=


Sé que hay momentos muy duros y críticos en la vida, en los que ni siquiera queremos pensar en Dios, porque lo que estamos viviendo es tan fuerte, que nos es imposible creer que Dios exista, que esté permitiendo el suceso, y aún este junto a nosotros.
Es difícil y comparto este dolor contigo, desde mi experiencia. Desde los momentos más duros que he vivido, así, como también la experiencia de esa certeza de Dios que va siempre conmigo.
Yo no podría estarte hablando de alguien a quien no conozco, yo te hablo sólo desde lo que he visto, vivido, y sentido, tanto doloroso, como sabroso. Es por eso que me atreví a realizar estos escritos.
Porque comprendo la situación que se experimenta, que lleva a la desesperación, cuando se oscurece la razón, y nos lleva a tener deseos e incluso tomar la decisión de terminar con esta situación; porque no se entiende el porqué tengamos que vivirla, aguantarla, tolerarla, es porque no se ve otra alternativa, sólo dolor y tormento que se piensa y se intenta el suicidio.

Se que hay muchos especialistas, y gente muy preparada, que pueden dar una mejor explicación acerca de este tema, con fundamentos psicológicos, etc.
Yo no soy uno de ellos, sólo soy una sencilla mujer que ha experimentado, lo que significa perder el sentido de la vida, y que la he encontrado atravez de una gran experiencia de la  cercanía de Dios.


sábado, 14 de diciembre de 2013



valores


      
He hablado mucho de valores, ya que estos independientemente de la religión que se practique, contribuyen a un ambiente agradable y sano, en medio de esta cultura de muerte que esta imperando.
A continuación los iré desglosando:

Bondad:  
es la disposición  permanente de hacer el bien de manera amable y generosa. Cuando una persona es bondadosa, ayuda a los demás con sinceridad. Lo que no significa ser sumiso, ingenuo o sin carácter, como a veces cree la gente. Al contrario cuando eres buena persona generalmente es porque  se tiene  una personalidad fuerte que te da energía y optimismo de sobra, y no te dejas vencer fácilmente por tus mismos caprichos, al contrario tratas de vencerlos con el servicio desinteresado.
Esto se refleja en la manera que sonríes   así como en la confianza, el cariño y respeto que infundes en los demás.

Generosidad: 
 esta es la manifestación de la nobleza de espíritu y del gran corazón de una persona. La persona generosa es rica pero no en dinero, ni en cosas materiales, sino en la capacidad de ofrecer a los otros lo mejor de sí misma. Ser generoso es uno de los caminos más directos a la felicidad.
Las personas generosas perdonan grandes ofensas, y también están dispuestas a sacrificar comodidad o privilegios, si con eso consigue lo mejor para los demás. Esto hace que se sienta mejor, y más feliz.

La gratitud: 
 es el sentimiento que nos hace valorar el beneficio o favor que nos hace otra persona y corresponderle de la misma manera.
La persona agradecida no es la que trata de devolver favor con favor, o regalo con regalo, sino de expresar admiración y agradecimiento por el bien recibido.

Honestidad:  
 es actuar y comportarse siempre de manera transparente, sin ocultar nada, porque siempre se actúa apegado al bien. Una de las mayores recompensas de las personas honestas es la tranquilidad con que viven.
Ser honesto exige el valor de decir siempre la verdad y actuar de forma recta y clara.

El respeto: 
este valor es la base más importante para convivir de manera pacífica y sana en la sociedad. El respeto abarca todos los aspectos de la vida, y empieza por nosotros mismos y sigue hacia nuestros semejantes y a todo ser vivo sobre el planeta. El respeto es tener consideración con uno mismo y con los demás.

La solidaridad:  
sabemos que hay solidaridad cuando dos o más personas se unen y colaboran para conseguir un fin común. Este valor es importante porque permite  a una sociedad, unirse y avanzar en su desarrollo, así como salir adelante después de una tragedia. Si aprendes a compartir y  ayudar, es seguro que sabrás superar todos los obstáculos  y problemas que se te presentarán en la vida. Una persona solidaria siempre está dispuesta a tender la mano a quien lo necesita.

Estos son los valores que debemos vivir y enseñar.

(La explicación de estos valores fue tomado del Diario de Yucatán, del día domingo 25 de mayo del 2008).
Si queremos avanzar un poco más entonces pasemos a  las:

domingo, 8 de diciembre de 2013

MUJERES CRECIENDO EN ESPIRITUALIDAD



Invito a que juntas vayamos encontrando el significado, del mensaje anterior, porque no se trata de aprenderlo de memoria y cantarlo etc. Sino de hacerlo vida.
 
Y es así como aprendemos, según la enciclopedia Larousse:
Afecto, para ser afectuoso: amoroso, cariñoso.

Autenticidad. Calidad de auténtico. Y autentico, acreditado de cierto positivo.

Benignidad. Calidad de benigno. Y benigno, afable, benévolo, carácter benigno: templado apacible.

Bondad. Calidad de bueno, natural inclinación a hacer el bien, blandura y apacibilidad de genio.

Cariño. Inclinación de amor o buen afecto, expresión y señal de dicho sentimiento, esmero con que se hace una labor o se trata una cosa.

Compasión. Sentimiento de lástima hacia el mal o desgracia que padece alguno.

Comprensión. Acción de comprender, facultad acto o proceso de comprender o entender las cosas, actitud comprensiva o tolerante.

Fe. Adhesión total del hombre a un ideal que le sobrepasa, a una creencia religiosa, completo crédito otorgado a un hecho o noticia. Confianza, buen concepto que se tiene de una persona o cosa.

Querer. Cariño, amor, desear tener la intención, pretensión o voluntad de alcanzar la posesión o lograr la realización de una cosa de la que se espera satisfacción o utilidad, para sí o para otro.

Temor. Miedo, sentimiento de inquietud de incertidumbre, recelo, sospecha, aprensión a algo que se piensa que puede producir un daño o representa peligro. Temor de Dios: miedo reverencial y respetuoso ante Dios.
Bien estas son las palabras que según las concordancias bíblicas significan el amor, y ya descifradas,  según lo que significa cada una  según el diccionario  LARROUSSE.
Estas son prácticas de vida.

Ahora analicémoslo  según el testamento paulino:

Dice que el amor es paciente: es decir que sabe esperar, aguardar con paz y serenidad, no se desespera con facilidad.

Servicial:  que está pronto a servir, sin pretextos o excusas, la persona que disfruta cuando sirve a los demás es por que ama.

No es envidioso: es decir que una cosa es sentir y otra
Consentir. Entonces puede ser que yo sienta un impulso interno de envidia contra alguien, pero de mí depende si desarrollo ese impulso o lo atempero con el único objetivo de no atentar contra el amor. Es decir no andar viendo sólo  lo que tienen los demás y desearlo con maldad.

No se engríe:  es decir que no se cree ser algo que no es, no se siente superior a los demás, no vive una fantasía o en su burbuja de cristal. Sino vivir en la verdad.

No es egoísta: es decir no se centra en querer todo para sí misma, o para su beneficio, no busca ser el centro, sino que se lo cede a otro. Comparte, da sin medida, a quien sea, sin importar su condición social.

No es irascible: no se irrita fácilmente, ni por cualquier cosita o tontería se suele enojar, sino que busca equilibrar y manejar sus sentimientos.

No conserva rencor. Por más fuerte que haya sido la experiencia negativa que haya tenido con alguien, trabaja y se esfuerza por darle una mirada desde la luz, y no desde la sombra, sin dejar de ser objetiva.

No se alegra de lo perverso: es decir que hace uso de su inteligencia para discernís que cosas son dignas de alegría y otras de rechazo por que atentan contra lo sagrado (dignidad, cuerpo,  principios religión, etc.)

Se regocija en la verdad: busca obrar en la verdad y disfruta cuando esta se da. No es cómplice  de cuando esta está enredada y oculta favoreciendo intereses personales y lastimando a terceros.

Su indulgencia, su esperanza, su fe, su fortaleza no tiene límites: es decir no pone condiciones para amar, ni para trabajar y esforzarse por hacer el amor realidad.
Comprendo que a medida  que me acerco y voy haciendo vida cada uno de los conceptos antes mencionados, es como me voy acercando al amor y así estaré contribuyendo gota a gota para saciar la sed del mundo y de la sociedad, entonces estaré colaborando con un mundo más sano,  y mejor.