Aprendiendo a disfrutar de los niños.
Si tienes un hijo o un niño a tu cuidado, ríe, goza, alégrate y da
gracias a Dios por haberlo puesto en tus manos, y por darte esa oportunidad que
no todos tienen.
A ti adulto, que lo tienes en tus manos, no te olvides de él, no lo
ignores, al contrario, ámalo, disfrútalo, porque no siempre lo tendrás, ya que
algún día crecerá y dejará de ser el niño de tus cuidados. O también se te
puede ir de las manos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario