lunes, 11 de junio de 2012

CONTINUANDO CON "LAS GRANDES MUJERES".


Regresando al tema de las grandes mujeres, les invito a leer acerca de ellas pero no a quedarse en la pura admiración, sino que te sirva de estimulo fuerte, que te lance  a ser tú también  trascendental, autentica e inmortal; para tu familia, para la sociedad, y porque no, para el mundo entero.

Al hablar de grandes mujeres, no me refiero a la cantidad de dinero  que puedan tener, sino a la calidad de su entrega  y del uso que hacen de sus capacidades y habilidades.

No recomiendo  admirar a aquellas mujeres de la actualidad, que por un lado hagan grandes  cosas y por otro estén llenas de soberbia  y vanagloria; que por un lado tienen obras brillantes  y por otro estén apoyando  a grupos inhumanos, a favor del aborto, libertinaje, o algún otro grupo con características que atentan contra la dignidad del ser humano.

No apoyo a mujeres talentosas llenas de carisma  y capacidad para ayudar, pero que sólo se sirvan de esto para buscar sus propios intereses, que las hagan colaborar en actos realmente sucios, abominables que excluyen, marginan y maltratan los derechos de las personas y en especial los más vulnerables.
Para una verdadera mujer, lo importante siempre deberá ser  “el ser humano”.Retrato naturalista por el pintor austríaco Eybl.

Cuando en una persona, independientemente de las obras benéficas que realice, exista en ella altanería y soberbia en exceso, es por ausencia de humildad, y ya hemos visto que humildad es andar en verdad. Por lo que se concluye que la soberbia es compañera de la falsedad; y no apoyo la falsedad, sino sólo la verdad. Porque esta libera y te lanza a la felicidad.

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