ENTONCÉS, ¿QUIÉN SOY?
¿CUÁL ES MI VERDAD?
Es obvio que no soy una muñequita de sala, ni la joven que
aún vive en su burbuja de colores.
Entonces llegó el momento de poner los pies sobre la tierra ¿Quién
soy?
Reconocerme como ser limitado, con muchos defectos pero, también con
grandes cualidades. Y aceptarlas, porque son las que me integran y me hacen ser
única e irrepetible.
No estar soñando, ni deseando lo que no me corresponde, en
cuanto a físico. Sino valorar y disfrutar lo que tengo.
Que como mujer no eres la mejor, ni la última
coca cola en el desierto, pero tampoco eres la peor, simplemente ERES y como
todas tienes un gran valor.
Humildad es verte a ti
misma, y analizar, qué tienes y qué no tienes, tanto personal como material,
reconoce que tienes muchas características buenas que te hacen ser fantástica,
pero que también tienes defectos que te hacen
cometer errores, y a veces grandes, pero no sólo eres una u otra parte,
sino complemento de ambas.
Reconoce y acepta que hay cosas que puedes hacer y
hay otras que no puedes.
Que puedes ayudar, pero que tú también vas a necesitar
ayuda, y pídela. De lo contrario no podrás crecer.
Que el orgullo es la cadena
más gruesa y pesada que nos puede atar e impedirnos el avanzar, y junto con
ella nos vamos oxidando, por eso lo contrario a ella es la humildad.
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