domingo, 23 de agosto de 2015

"OH DICHOSAS ESTACIONES SENDEROS DE MI ALMA"



                                Verano.


Posteriormente se va entrando poco a poco a la etapa veraniega, en la que surgen características más peculiares. Como: calorcito, lluvias abundantes, los arboles florecen.
Se trata de buscar un tiempo de descanso, esto es en cuanto a la estación, pero en el interior va pasando algo semejante.
Empezamos a sentir calor que nos abochorna, cuando nos humillan, cuando algo no nos agrada. Y quisiéramos, e incluso muchas veces lo hacemos, contestar, y mostrar todo el calor de nuestra irritación.
Sí, de ese calor de coraje que sentimos en el interior que nos desespera y que nos lleva a perder la paciencia.

Pero, esto es un rato, porque luego cae el aguacero de gracias, dones, gozos y alegrías, que nos llevan a florecer en virtudes; amor, empatía, etc.

Se nos ve verde de esperanza, frescas a la voluntad de Dios.
Nos refresca alguna manifestación de Dios, que nos da la fortaleza para seguir en este estado veraniego del alma.

Este estado veraniego, viene en consecuencia de la primavera, pues el estado primaveral nos afirmó y preparó para continuar el camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario