“Bendita presencia”.
Sea bendita por siempre
La maravillosa presencia
En la que mi alma habita
Refugio sagrado, morada
cálida
Y sin igual.
Mi Dios amado, en tu presencia
Por siempre he de habitar.
En tu lecho suave,
Con acogida tierna
Me entrego de noche
Y disfruto el alba.
En esa presencia
Sagrada vivo, en ella
Respiro, en ella el amor
Percibo.
Y, en ella permaneceré,
Hasta dar mi último suspiro.
Es la presencia eterna
De mi Dios, mi Santísima
Trinidad,
Por eso a ella me acojo
Para vivir por siempre
En su divina unidad. Fatima sánchez O.C.D.
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