miércoles, 25 de julio de 2012

c Continuación de "Navegando por el sentido de la vida"


=Base bíblica.=


Después de una larga e intensa búsqueda, y después de muchas experiencias, propias y ajenas, acerca del sentido de la vida; que  muchas veces han sido claras y bonitas, y otras oscuras y escondidas. Lo he ido encontrando a través del Libro Sagrado: la Biblia.
Empezamos con el Evangelio de San Juan, 1,1. “Al comienzo de todo existía ya el verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Él, el Verbo estaba en Dios al comienzo de todo. Todo vino a la existencia por medio de él, y  sin él nada vino a la existencia. En él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres.la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas ya nunca la extinguieron”.
He ahí el sentido de la existencia, por Él todo vino, todo es posible, sin él nada vino a la existencia. Y él el verbo es el que hace surgir la vida, este es el milagro de la vida, el misterio de La vida se desprende de él, de Dios.
Este es nuestro punto central, nuestro punto de partida, para empezar a navegar: Dios.
Hablar de Dios, o escuchar hablar de Dios cuando se tiene fe, no es difícil, sobre todo cuando desde pequeño se te ha enseñado, y se ha crecido con esa creencia religiosa. Pero cuando no has tenido una formación domestica a lo largo de tu crecimiento, y escuchas o te dicen, y ves pero muy esporádicamente, pero sin haber algo fijo y firme, formado en tu interior, no es fácil.
Pero, este es el reto, atreverse a sumergirse para bucear en aguas profundas y desconocidas,  transparentes, las aguas de la misericordia de Dios.

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