=Soledad.=
A veces por ciertas circunstancias de la vida experimentamos, soledad, y
podemos llegar a pensar que nos han abandonado, porque no servimos, no valemos,
etc. de ahí se empieza a desprender una ausencia de sentido.
Porque no logramos
comprender que esto que nos ha empezado
a suceder, no es una maldición, sino una oportunidad para tener un encuentro con nosotros mismos, y
por lo tanto con nuestro Autor, y esto es lo que nos llevará al crecimiento y
maduración.
Como nos dice Antonio Manero: “La adversidad es un espejo en el que
deben mirarse, todos los que verdaderamente quieran conocerse.”
O como dice Martín Buber: “toda adversidad y dolor prepara nuestra alma
para tener visión."
También es porque aún no hemos comprendido, que nuestro sentido y valor,
no viene ni depende de los demás, sino de la relación que tenemos con nosotros
mismos y con nuestra esencia. Y esto es
lo que me facilita una sana relación con los demás.
Mi mejor amigo, no es aquel que
me traicionó, y me engañó, menos el que me usó,
me despreció o ignoró. Mi mejor amigo soy yo, así como también mi peor
enemigo y el que más daño me haga, puedo ser yo misma.
El lograr ser amigo de uno mismo, no es para rechazar a los demás, sino
para alcanzar, madurez y equilibrio, integración de mi persona.
Ya que muchas de las cosas por
las que sufrimos y que le echamos la culpa a todo, a las personas, las cosas,
las circunstancias, y hasta el perrito que tenemos en casa. Porque no hemos descubierto que la raíz está
en nuestro interior, tanto de lo que no hemos superado y que nos está haciendo
vivir, adoloridos o en confusión; allí también encontramos, nuestra mejores
armas, talentos y capacidades, en fin toda la riqueza de nuestra naturaleza,
pero hay que descubrirla, y el mejor espacio es la soledad.
Y en esto nos ilumina Richard Wagner: “únicamente en lo más profundo de
mi mismo, encontraré la fortaleza necesaria, cuando fuera todo parece empujarme a la amargura.”
Tal vez no somos lo máximo, pero si somos muy importantes, para nosotros
mismos y para los demás.
A veces solemos caminar por la vida, conociendo gente, lugares, pero no
a nosotros mismos. Y, qué difícil es ser amigo de un desconocido, qué difícil
es confiar en alguien desconocido.
Cuando todos se van, se marchan, ya
sean personas, o sueños, ilusiones, etc. no todo está perdido, pues aún
queda alguien, estás tú, y está Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario