"Navegando por el sentido de la vida".

=Situaciones que oscurecen el sentido de la vida=

Pueden ser traumas de la infancia, accidentes, alguna deficiencia de adrenalina, el temperamento,  el exceso de superficialidad, la muerte de un ser muy querido, algún fracaso etc.

Muchas veces es necesario recurrir a la ayuda profesional, para superar  y aprender a vivir con aquellas experiencias, fuertes, dolorosas, que nos han marcado, y a veces, hasta encadenado,  que nos impiden vivir, avanzar y disfrutar.

Cuando un ser, no es deseado, y se le rechaza desde el vientre materno, si después de su nacimiento, no se ponen los medios para sanar esa herida del rechazo, con amor; ese va a ser un motivo inconsciente que le va a oscurecer a lo largo de la vida, su sentido existencial. Tendrá que trabajar mucho interiormente.

Aunque a veces los papás del  nuevo ser, son los que no lo desean, este pequeño e indefenso, es fuertemente deseado y anhelado, que venga a la vida. Y es deseado por el centro y origen  de la Vida, Dios, y junto con él la humanidad que le ama.

Existe gran admiración ante el milagro de la vida, ya sea de personas cercanas o lejanas. Hay muchos corazones buenos que se alegran y saltan de gozo, ante cada nacimiento. Y, el tuyo y el mío, no fueron la excepción.

A veces ante algún fracaso o frustración, maldecimos, la hora de nuestro nacimiento (el mismo profeta Jeremías lo dice). Pero Dios se ríe de nosotros, porque no sabemos lo que decimos, porque la hora de nuestro nacimiento, ha sido la más bella de nuestra existencia, pues fue cuando recibimos el regalo más hermoso, “LA VIDA”.

La vida no siempre es fácil, pero aún así existen hechos o circunstancias, que la pueden hacer más difícil, y más dura como son nuestros apegos. Hemos de  aprender a vivir y a disfrutar, con las manos, siempre abiertas, no agarrarnos de las cosas ni de las circunstancias. Por más bonitas que sean, pues eso es lo que nos impide disfrutar  de muchas otras, y  también es el motivo por el cual   cuando nos toca soltar, nos sentimos desbaratar, porque ya esta encarnizado en nosotros.