Más conciencia humana.
Estamos viviendo una fuerte cultura de muerte, hemos ido desensibilizándonos
poco de la grandeza del ser humano y su
dignidad.
Tal vez como nos hemos anestesiado tanto con el materialismo, a tal
grado que como no vemos el signo de pesos o de dólar en las personas, entonces
les bajamos la importancia.
Cuando en realidad la persona vale muchísimo, vale más que todo el oro
del mundo. Es decir valoremos a las personas, ya que están muy por encima de
todo, y cuán bajo es el valor de la materia a la que le hemos dado importancia.
No es posible que nos subamos a un auto y se nos olvide que somos
personas, y que la ciudad la conforman personas, y no robots o artefactos, para
que le aumentemos la velocidad en
exceso, atropellando y matando gente, ante el cual a veces se sale huyendo, o a
veces se enfrenta a la justicia.
Pero, independientemente de lo que se elija, podemos y debemos evitar
esas muertes, evitémosle ese dolor a sus
seres queridos.
Esto de los accidentes es una forma cotidiana de rendir culto a la muerte.
Es sólo un accidente, sí, pero accidente que en el 90% lo ocasionamos nosotros
con nuestra imprudencia: exceso de velocidad, alcohol, droga etc. Y otro poco
una falta de las autoridades encargadas y que no ponen los señalamientos,
semáforos, etc. adecuados y donde más se necesitan.
Otra causa
de muerte es el asesinato más directo
con armas blancas o de fuego, fruto de venganzas, corajes, odios, drogas, y el
mencionado suicidio.
No descartamos
la muerte brutal a través de los secuestros y torturas, etc.
Y otras causas
son por el aborto y eutanasia. (CONTINUARÁ LA PROX. SEMANA)
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