Si piensas en que la
solución está en la cantidad de dinero que puedas acumular, también estas
equivocado, porque te sentirás que vas escalando, y a la cima donde llegarás
también es a la cima del vacío; sobre todo cuando hayas pasado sobre los demás,
sintiéndote dueño de todo, cuando en realidad no tienes nada, y habrás llegado
a lo más bajo que el hombre puede
llegar, significa perder el sentido del por qué estamos aquí.
Pero vuelvo a lo mismo, el sentido de la vida, las
manecillas por las que se rige nuestro reloj, sólo se adquiere desde DIOS y su
verdad, todo lo demás sin él es banalidad.
Si piensas que es el
poder el que te llevará a la cima del placer, los mismos pasos anteriores hacia
abajo has de recorrer, y algún día sino haces uso de este, para servir a los
demás, la desdicha y el sinsabor se irá acercando a tu ser. Y ahora, ¿qué se
puede hacer?
Pues vuelve al centro
a tu esencia, a ese hálito de vida que te permite respirar, vuelve a Dios; y
volverás a nacer, en un bello paisaje. Que en realidad es el mismo, nada más
que tú ya posees ojos más puros, con los que puedes contemplar la belleza y la magia de cada
amanecer, y de cada acontecer.
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