domingo, 10 de enero de 2016

De los escritos:"NAVEGANDO POR EL SENTIDO DE LA VIDA"



Resultado de imagen para IMAGEN DE MANANTIAL“Reconozcamos nuestra sed”.


Evangelio de San Juan 7,37 y 38. “Si alguno tiene sed venga a mí y beba, el que crea en mí, como ha dicho la escritura: de lo íntimo de su ser manaran ríos de agua viva”.
Bien, para que estas palabras de Cristo se puedan hacer realidad, primero tenemos que reconocer que tenemos sed, de lo contrario, ni vamos a ir a él, porque nuestra falsa seguridad y orgullo nos indican que no lo necesitamos; por lo tanto ni siquiera vamos a beber de él, más bien puede que lo miremos con respeto, pero desde lejos. Él con los suyos, y nosotros con los nuestros, nuestras pasiones desordenadas, nuestros vicios bajos, nuestros complejos desordenados. 
Sintiéndonos superiores, dioses intocables, inalcanzables, envidiando al prójimo, pasando por encima de los más necesitados y cuando se ofreciere pisando su dignidad; sin darnos cuenta revolcándonos en nuestro lodo, pero creyendo que somos muy enaltecidos, muy aclamados(as) dueños de todo y nada necesitamos.

Está es una postura de soberbia y  vanagloria, da pena decirlo, pero es una realidad. El que más lejos está de Dios no es el pecador, sino el soberbio.
Por lo tanto es un ejercicio de humildad  el que nos lleva a beber de Jesús.

"Humildad es andar en verdad" dice Santa Teresa de  Ávila.
 Nuestra verdad es reconocer que no somos dioses, sino creaturas, por lo tanto no somos omnipotentes, sino impotentes ante muchas circunstancias.
Reconozcamos que a veces nos sentimos vacíos porque tenemos sed. Sed de compasión, de consuelo, de comprensión, de atención de cariño, de afecto, de paciencia, compañía, amistad; de cercanía, de caridad, de servicio, de fe, de ser buenos,  de ser admirados, de ser amados, escuchados, aplaudidos, de querer ayudar y no sabemos cómo.
Tenemos sed de querer creer, de querer amar, esperar, aguardar confiar, esperar, encontrar, tenemos sed de construir, cimentar, etc. etc.
Resultado de imagen para IMAGEN DE MANANTIALEn pocas palabras, cuán grande es nuestra sed, tenemos sed de infinito.
Si yo reconozco esto en mi vida, entonces busco saciarla con Aquel que me ofrece y me garantiza de manera gratuita saciarme, y no sólo me ofrece saciarme, sino que es tan grande su amor, que nos ofrece instalar esa fuente que es él mismo, en nuestro ser, de manera que podamos saciar toda la sed que más adelante pueda venirnos, con los ríos de agua viva que estarán manando dentro de  nosotros.
Resultado de imagen para IMAGEN DE MANANTIALEs impresionante lo que Dios hace con nosotros, si nosotros se lo permitimos, a tal grado que saciaremos nuestra sed con su presencia, fuente de agua viva, y porque no, podrán también saciarse  los que se acerquen a nosotros. Pues ya está la fuente en nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario