18.-Virtudes.
He aprendido que las virtudes no están
peleadas, van relacionadas, y esto es lo que contribuye a la armonía.
El juzgar,
reflexionar, meditar y discernir, son actos de la inteligencia y voluntad, lo
que no es válido es el condenar.
Si conoces las
virtudes, no por intelecto, sino por experiencia, te será fácil identificarlas
antes de condenar a alguien.
La prudencia y
la sinceridad, no están peleadas, son parte de una integración de valores y
trabajo emocional. Porque el ser sincera no significa que me olvide de la
prudencia, y me dedique a hablar sin medir consecuencias o la trascendencia de
lo que diga.
La prudencia no
hace a la persona falsa, sino al contrario la une con la sabiduría, para hablar
y denunciar en el momento adecuado, y discernir los momentos inadecuados en los
que lejos de ayudar, se puede acomplejar la situación.
El ser sincera y
transparente, no debe aniquilar a la sabiduría, a la delicadeza, y menos a la
humildad.
Es decir, cuando
hay una sana relación de amistad, hay
armonía, hay respeto, delicadeza, ternura, prudencia, sinceridad,
transparencia, confianza etc.
El considerar
que por tener una virtud, ya sea sinceridad, transparencia, o prudencia,
signifique que ya la hicimos, es inconcebible. Pues con una sola virtud no se
puede crear armonía, pues esta la
integra la diversidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario