Paz.
La verdadera
paz, sólo viene de lo alto, de un Ser supremo y superior a nosotros. Pero no
esperes que venga a reinar en ti, mientras no te vacíes de tus falsedades y
estés lleno de tus ti mismo y de tu propio egoísmo; de tus especulaciones,
conjeturas, etc. así, no tendrá lugar el Dador de paz. Y no es porque Él no lo
quiera, sino que es porque tú aún no le has abierto la puerta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario