La gran oferta y sus consecuencias.
Ah, pero ya se lo que
ofrece el mundo de hoy en charola de plata: sexo, drogas, alcohol, diversión,
libertinaje; todo se vale. ¿Qué más puedes pedirle a la vida?
Pues mucho, porque eso
que se vive, o eso que vives no es más que una falsa ilusión, que se acaba,
trayendo graves consecuencias, enfermedades venéreas y mortales, cárcel,
suicidios. Una posible corriente de dolor desgarrador, y que te lleva a la pregunta, ¿esto es la vida?
Por supuesto que no, esas son consecuencias de vivir de falsos refugios.
Después del sexo sin
amor no queda más que asco y vaciedad, aún después de creer haberlo disfrutado.
No quiero decir con
esto, que satanicemos a las diversiones, pues tampoco pretendo que todos se
hagan monjes o monjas. Sino que hagamos
uso de nuestras facultades, en especial de la inteligencia para discernir,
entre lo falso y lo verdadero, y optar por construir sobre lo verdadero. Si, es
decir; no me voy a ir al infierno, sólo por ir a bailar, o sólo por tomar una
copita de vino, o una cerveza, o un tequila. Aprendamos a hacer uso adecuado de
las cosas con equilibrio y dándoles siempre su lugar, cuando sólo son medios o
cuando en realidad son valores humanos. No te quedes estancado en sólo el
entretenimiento, sino busca la esencia de las cosas, aquello que te haga ser más y mejor persona, que te haga crecer y
trascender.
La vida con profundo y verdadero sentido, se
vive con respeto y dignidad, hacia ti mismo, y hacia los demás.
Sí, somos muy importantes, y no es grato
observar cómo nos llegamos a comportar, como objetos, o como basura utilizando
y siendo utilizados para el placer a través de las relaciones sexuales, por lo
que parece que no significamos nada para la otra persona, ni le interesamos en
lo más mínimo, sólo le interesa el placer que pueda sentir con nuestros
genitales. Que cuando dejen de servir, en el caso de los hombres, que ya no
puedan tener una erección, se les tira a la basura, pues ya no sirven: aunque
ellos todavía sientan deseos, ya no satisfacen, de ahí surge posiblemente la
tristeza, la angustia, la ansiedad. Pero eso no es el sentido para el que
existimos, existimos para algo mucho más allá de lo que podemos imaginar. Somos
seres racionales, no debemos dejarnos
engañar con algo que ahora probablemente puedas disfrutar, pero que tarde o
temprano termine mal, con frustración, arrepentimiento, etc.
Pero, hoy estás a
tiempo. Hoy “di no al sexo desordenado,
y SÍ AL AMOR CON FIDELIDAD. Di no al alcohol en exceso, di no a las drogas”; y
disfruta del mar, el sol, la lluvia, las estrellas, etc. y di si a la belleza
de la creación. DI SÍ A LA VIDA Y UTILIZA LA INTELIGENCIA, LA MENTE, LA RAZÓN,
LOS SENTIMIENTOS Y EL CORAZÓN.
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