sábado, 16 de noviembre de 2013

"Pinceladas de armonia en la mujer".



Demos gracias a Dios, porque la ciencia está muy avanzada y nos ofrece medios para sanar, liberarnos de máscaras y falsas personalidades, logrando integrar nuestra persona, y ser autenticas.
 
En realidad somos una chulada; como madres, hijas, hermanas, tías, primas, profesionistas, amas de casa, religiosas, novias, esposas, etc. siempre y cuando hagamos  lo que nos toca con responsabilidad, sencillez y humildad.

Tratemos de ser siempre mujeres transparentes, sin máscaras, y busquemos vivir lo autentico, lo real.
Hace unos días escuché a un sacerdote que decía que si no fuera por el espectáculo que se busca dar en las bodas religiosas, cree que nadie se casaría.
 Esto me lleva a reflexionar, en efecto creo que muy pocas mujeres, realmente piensan en una boda religiosa porque quieren  en las manos de Dios esta unión, y quieren recibir su bendición, lo hacen con un vestido bonito, y luego desean compartir su alegría con sus seres queridos y sus amigos, atravez de un convivio. En realidad lo que las que lo hacen así son muy pocas y felices.





Porque la gran mayoría lo usa como pretexto para buscar reconocimiento, admiración, etc. Y por eso  hacen de su boda religiosa el espectáculo más llamativo, no tanto por alegría, sino para que la gente se entere de lo que tiene y cuanto tiene. Si en verdad tienen mucho, ¿Por qué no lo comparten con los más pobres? Porque su afán, no es la generosidad, sino el quedar bien con la sociedad. Suelen hacer de su boda estas mujeres un verdadero intercambio de intereses, como la dichosa mesa de regalos y en las tiendas más caras, así por haber sido invitada al espectáculo, pagas con el objeto de aquella tienda, y a eso le llaman regalo. El colmo de la falsedad y la hipocresía. Y más pena da el que este tipo de personas se atrevan a considerarse espirituales y altamente religiosas, siguen ciertos ritos piadosos, toman cursos de ética y moral, para poder dar cátedras de Dios, pero su centro no es Dios, sino ellas mismas, su fama, el poder etc. No se dan cuenta del grado de compasión que crean, pues son de las que se dice:” dime de que hablas y te diré de lo que careces”, plántame tu mirada y te diré de qué estas necesitada. Porque dentro de la Iglesias son las personas más piadosas, pero fuera de ella son las más ponzoñosas.

Esto es información para reflexionar en los distintos estilos de vida en el que se puede caer. Pero con este tipo de  características  ¿qué tipo de mundo crees que se construye?

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