Reflexión.
Ahora los tiempos han cambiado, nuestra vida no es como la que
vivió Caín y Abel, tampoco es el mismo
contexto histórico que vivió Jesucristo. Muchas cosas han cambiado, se han
modernizado; pero Dios no ha cambiado, sus palabras son las mismas y también su
eficacia. El clamor siempre llega a ÉL y cada vez más fuerte.
Analicemos cómo estamos viviendo en estos tiempos, para darnos cuenta de
que manera estamos contribuyendo a que el clamor llegue a Yahve. No importa que
tan suave o fuerte pero le está llegando.
Los
niños.
“por los niños a
quienes amo tanto”.
Muchas veces pensamos, que los niños, realmente no valen tanto como las
personas a quienes nosotros consideramos importantes y no les
prestamos el interés que se merecen. A veces es más importante o agradable hablar de algún joven que se está preparando para una carrera
interesante, o tal vez, lo típico creemos que los niños necesitados son únicamente los que crecen en el seno de
una familia con dificultades económicas, como pobreza extrema o miseria, o los
que han sido abandonados en la calle. Pero no siempre es así, intentemos
conocerlos para descubrirlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario