martes, 18 de octubre de 2011

.- cuando en México se extendió más “la influenza”, reflexionado desde una visión contemplativa.


Cuando los medios de comunicación siguieron extendiendo la noticia de que  el virus de la influenza, se estaba agravando cada vez más surgían diferentes comentarios y opiniones, algunos lo veían desde un plano puramente político, otros que era una guerra por venganza, etc. etc.
Pero el contemplativo sólo ve desde Dios, con fe, esperanza y caridad.
En la vida del contemplativo todo tiene su principio en Dios y en ÉL tiene su final. Todo lo que sabe es por su fe en Dios, toda su esperanza se basa en la experiencia que tiene de Dios, y su amor lo fundamenta y lo nutre en Dios, con quien vive en íntima comunión.
Es por eso que se atreve a ver en estos signos de los tiempos, una historia de salvación,  sí, una salida del pueblo de Dios de Egipto, en donde estaban cómodos con comida y trabajo, pero sin dejar de ser esclavos en aquel tiempo de los egipcios, y hoy de sus pasiones, inclinaciones y del consumismo.
Sí, el pueblo e Israel se encuentra en el desierto, bajo el sol, el calor, y bajo muchas cosas desagradables que pudieran surgir, pero está caminando y va rumbo a la tierra prometida, y cuando llegué, entonces empezará a danzar, a cantar y a descansar, pero para llegar tiene que caminar mucho, eso es lo que le toca hacer hoy, ante estas circunstancias.
Cristo el buen Pastor, hoy está conduciendo a su rebaño, hacia los pastos verdes, en donde encontrarán descanso.

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