lunes, 24 de junio de 2013

Continuación del texto anterior.



Siempre con madurez.

Si ya se siente haber alcanzado ese nivel de madurez que lleve aún compromiso y a la opción de  asumir esa responsabilidad con todas sus consecuencias hasta el final, pues adelante. Pero si todavía se es un joven o adolecente holgazán, o una niña de pañal que aún no acaba de meterse el dedo en la boca, no se dejen engañar por sus instintos y échense para atrás; que ya les llegará su momento cuando maduren y sepan valorar tal manjar, de lo contrario sólo están desperdiciando momentos, lastimándose moralmente, y obligando a los caminos a que les lleven por donde menos deseen, haciendo cambiar la ruta de la vida con situaciones de las que se pueden arrepentir para toda la vida.

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