sábado, 1 de junio de 2013



“El sentido del matrimonio”.


El sentido del matrimonio, no es buscar un compañero, que me proporcione, fama, éxito, placer y riqueza. Tampoco se trata de portar el vestido de novia más hermoso, con el cual yo luzca como una princesa, que todos me aplaudan y feliciten, que la sociedad, me admire mi buen gusto o se sorprenda de la cantidad de dinero que invierto en una boda, y después maquilarlo llamándole vocación al matrimonio, voluntad de Dios, etc.
El sentido del matrimonio, es más sencillo, menos complicado y mucho más profundo. Su eje central es el amor. Y para amar primero hay que conocer. D ahí la importancia de un período de noviazgo equilibrado, ni tan corto, ni tan largo, que se convierta sólo en costumbre, para hacer un buen compromiso. 
A lo que llamamos “ el amor a primera vista, es más bien impresión, que al tratar a la persona e ir la conociendo se va convirtiendo en amor. Pienso que lo más apropiado para usar en nuestro lenguaje, en un caso como este sería,  no el decir desde que te vi me enamoré de ti, sino, desde que te vi me impresionaste, me impactaste, con tu belleza, tu físico, tu persona, etc. Qué se yo, sentí atracción, impulso, me causaste admiración, en fin. Pero de ahí parto para conocerte, para comprobar que en realidad, detrás de tanta belleza física está una gran y valiosa mujer, o a veces descubren lo contrario.

Es después de un proceso de conocimiento, que decido si con esta persona estoy dispuesto o dispuesta, a pasar todos mis días, o pienso encontrar algo mejor, integralmente hablando, dependiendo de mi escala de valores. Pensarlo, analizarlo, meditarlo, orarlo, antes de hacer un compromiso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario